Nada Menos Que Todo Un Hombre
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Miguel de Unamuno aborda la libertad de mujeres en principios de 1900 en la novela “Nada menos que todo un hombre.” Era común que los matrimonies
a ser fijado de los padres de ambas familias. En esta época, mujeres eran tratados como propiedad. Ellas tenían que hacer que los hombres las dijeron. Una mujer que decía lo que pensaba era considerado sin educación. La única cosa que la mujer tenía el control de lo limpio que estaba sus casas. Porque él tenía una familia que incluyó hijas, Unamuno no estaba de acuerdo con las tradiciones de
la sociedad. Él quería que sus hijas tuvieran vidas felices (“Miguel de Unamuno”). Su escritura fue contra de las reglas normales de la sociedad. Él escribió sobre una mujer que luchaba por su derecho a casarse quien ella quería
casarse (Kanter 78).
En el artículo “Nada menos que todo un hombre” por Miguel de Unamuno, una mujer joven es aprovechadase por su padre egoísta. La chica, Julia, vivía con sus padres en la ciudad de Renada. El ajuste es un tiempo cuando un padre podía decir su hija quien ella podía casarse (Kanter 78). Este significa que la historia se desarrolla a finales de 1800 o principios de 1900. El conflicto se ocupa de las principales cuestiones de la época en que Unamuno vivía (“Miguel de Unamuno”). El personaje principal es la mujer bella Julia. Se puede conjeturar que su edad es de aproximadamente veinte. Su vida está dirigida por su belleza. El porvenir de Julia y las finanzas de su familia dependen de su apariencia. En “Nada menos que todo un hombre” el autor describe la agitación emocional de Julia (Kanter 78).
A pesar de su increíble belleza, Julia está deprimida y no está contenta con su vida. Ella sabe que su belleza no durará para siempre. Julia se da cuenta que cada día se acerca a la vejez. Ella tiene miedo que ella será solitaria el resto de su vida. Al mismo tiempo, Julia es suficientemente fuerte para estar en contra de su padre preside la elección de su esposo futuro por su bienestar propio. El padre, Don Victorino Yañez, no se preocupa por la felicidad
de su hija. Don Victorino Yañez considera a Julia a ser su “última carta” (Kanter 78 - 79). Don Victorino Yañez necesita que Julia se case con un hombre rico y poderoso. Si este no sucede, él tendría que ir a presidio. Él espera usar su hija para su beneficio personal.
Afortunadamente, la madre de Julia, Anacleta, cuestiona la moralidad de la situación. Sin embargo, cuando Anacleta confronta Don Victorino Yañez sobra el sujeto, el lector aprende rápidamente que la mujer de la casa tiene una influencia poca en asuntos de la familia. Anacleta trata de razonar con su esposo pero lo único que él puede ver es su propia felicidad (Krstovic 1267). El resultado es un argumente que muestra la brutalidad del padre. No
obstante, el personaje principal se muestra fuerte. Julia quiere que su novio se ama para su personalidad porque ella sabe que veniré en el porvenir. Ella está dispuesta a luchar por esto. El fragmento en “Encuentros Maravillosos” termina con “y por instinto de rebelión, aceptó Julia al primer novio” (Kanter 79). Esta cita significa que ella escogerá lo que le trae alegría (Krstovic 1267).
La narración de la novela es omnisciente en tercera persona. El autor puede describir las emociones de cada personaje por usando esta narración. El lector puede ver los pensmientos profundos de los personajes y por eso comprende mejor sus reacciones en la historia. Hay tres personajes distintos en este fragmento de “Nada menos que todo un hombre.” El personaje principal, Julia, es fuerte pero preocupada por su aspecto futuro. Julia es dinámica porque ella cambia durante la historia por luchando contra de los deseos de su padre. El siguiente personaje es Don Victorino Yañez, el padre y el líder de la familia (Kanter 79). Él es un hombre terco y egoísta y prefiere evitar prisión a través de la alegría de su hija. Anacleta, la madre, as la personaje tercera en el fragmento. Ella es de carácter fuerte pero porque es el siglo XX ella no puede actuar contra de su esposo. Ella se ama su hija pero no puede ayudarla (Kanter 79).
a ser fijado de los padres de ambas familias. En esta época, mujeres eran tratados como propiedad. Ellas tenían que hacer que los hombres las dijeron. Una mujer que decía lo que pensaba era considerado sin educación. La única cosa que la mujer tenía el control de lo limpio que estaba sus casas. Porque él tenía una familia que incluyó hijas, Unamuno no estaba de acuerdo con las tradiciones de
la sociedad. Él quería que sus hijas tuvieran vidas felices (“Miguel de Unamuno”). Su escritura fue contra de las reglas normales de la sociedad. Él escribió sobre una mujer que luchaba por su derecho a casarse quien ella quería
casarse (Kanter 78).
En el artículo “Nada menos que todo un hombre” por Miguel de Unamuno, una mujer joven es aprovechadase por su padre egoísta. La chica, Julia, vivía con sus padres en la ciudad de Renada. El ajuste es un tiempo cuando un padre podía decir su hija quien ella podía casarse (Kanter 78). Este significa que la historia se desarrolla a finales de 1800 o principios de 1900. El conflicto se ocupa de las principales cuestiones de la época en que Unamuno vivía (“Miguel de Unamuno”). El personaje principal es la mujer bella Julia. Se puede conjeturar que su edad es de aproximadamente veinte. Su vida está dirigida por su belleza. El porvenir de Julia y las finanzas de su familia dependen de su apariencia. En “Nada menos que todo un hombre” el autor describe la agitación emocional de Julia (Kanter 78).
A pesar de su increíble belleza, Julia está deprimida y no está contenta con su vida. Ella sabe que su belleza no durará para siempre. Julia se da cuenta que cada día se acerca a la vejez. Ella tiene miedo que ella será solitaria el resto de su vida. Al mismo tiempo, Julia es suficientemente fuerte para estar en contra de su padre preside la elección de su esposo futuro por su bienestar propio. El padre, Don Victorino Yañez, no se preocupa por la felicidad
de su hija. Don Victorino Yañez considera a Julia a ser su “última carta” (Kanter 78 - 79). Don Victorino Yañez necesita que Julia se case con un hombre rico y poderoso. Si este no sucede, él tendría que ir a presidio. Él espera usar su hija para su beneficio personal.
Afortunadamente, la madre de Julia, Anacleta, cuestiona la moralidad de la situación. Sin embargo, cuando Anacleta confronta Don Victorino Yañez sobra el sujeto, el lector aprende rápidamente que la mujer de la casa tiene una influencia poca en asuntos de la familia. Anacleta trata de razonar con su esposo pero lo único que él puede ver es su propia felicidad (Krstovic 1267). El resultado es un argumente que muestra la brutalidad del padre. No
obstante, el personaje principal se muestra fuerte. Julia quiere que su novio se ama para su personalidad porque ella sabe que veniré en el porvenir. Ella está dispuesta a luchar por esto. El fragmento en “Encuentros Maravillosos” termina con “y por instinto de rebelión, aceptó Julia al primer novio” (Kanter 79). Esta cita significa que ella escogerá lo que le trae alegría (Krstovic 1267).
La narración de la novela es omnisciente en tercera persona. El autor puede describir las emociones de cada personaje por usando esta narración. El lector puede ver los pensmientos profundos de los personajes y por eso comprende mejor sus reacciones en la historia. Hay tres personajes distintos en este fragmento de “Nada menos que todo un hombre.” El personaje principal, Julia, es fuerte pero preocupada por su aspecto futuro. Julia es dinámica porque ella cambia durante la historia por luchando contra de los deseos de su padre. El siguiente personaje es Don Victorino Yañez, el padre y el líder de la familia (Kanter 79). Él es un hombre terco y egoísta y prefiere evitar prisión a través de la alegría de su hija. Anacleta, la madre, as la personaje tercera en el fragmento. Ella es de carácter fuerte pero porque es el siglo XX ella no puede actuar contra de su esposo. Ella se ama su hija pero no puede ayudarla (Kanter 79).